miércoles, 17 de febrero de 2010

Manifiesto.

Manifiesto: Según el diccionario de la real academia de la lengua española (versión de internet) dice así:
Manifiesto, ta.
(Del lat. manifestus).
1. adj. Descubierto, patente, claro.
2. adj. Se dice del Santísimo Sacramento cuando se halla expuesto a la adoración de los fieles.
3. m. Escrito en que se hace pública declaración de doctrinas o propósitos de interés general.
4. m. Documento que suscribe y presenta en la aduana del punto de llegada el capitán de un buque procedente del extranjero, y en el cual expone la clase, cantidad, destino, etc., de las mercancías que conduce.
5. m. Exposición del Santísimo Sacramento a la adoración de los fieles.

Esta lengua no dejara nunca (felizmente) de sorprenderme... si ya sé que esta última frase suena eroticona, pero me refiero a las acepciones de por ejemplo, esta palabra, tal es que conocía los conceptos 1 y 3, como la mayoría supongo, ¿pero el 4?... vale es lenguaje técnico, aceptable, digo yo... pero les explicaciones 2 y 5 (que no nos equivoquemos, hablan de cosas distintas) esas sí que me extrañan, no tenia absoluta idea de la posibilidad de su existencia, y es mas irónico todavía, pues cuando escribo este articulillo, lo hago justamente para poner en manifiesto mi apostasía total y mi paso triunfal, e inevitable, al bando del ateísmo.
Es que antes era agnóstico, desencantado y casi ya sin duda alguna, acerca de la irrelevancia de la posibilidad de la existencia de un ser superior, encargado de ordenar todo, creador de todo (¿incluido de el mismo?) con todas sus especies y aderezos, disponible en múltiples versiones y utilidades, pero casi siempre, por no asegurar que siempre, pues no quiero de dejar de dar el beneficio de la duda, en manos de individuos que se dicen “elegidos” por dicho ente, como intermediarios entre él y nosotros, su creación “mas perfecta”, me pregunto que le habría costado colocarnos un chip para evitar dicha interferencia al más puro estilo del juego del “teléfono malogrado”.
Y volviendo a lo nuestro, o mejor dicho a lo mío, que quien escribe soy yo, contaba que ya ingrese por la puerta del ateísmo, después de años de maduración de mi persona, puedo por fin, dejar de lado, pero bien de lado, aquellos cuentos de hadas y mitologías grotescas y contradictorias, labor iniciada a los 12 o 13 años, y todo gracias a cierto librito llamado “El forastero misterioso” de M.Twain. que sirvió como detonante. Primero para negar las patrañas de la iglesia cristiana y sus hipócritas y trasnochados pastores, y de ahí extenderme a las demás religiones del absurdo, terminando por negación de la “esperanza” de un alma inmortal, ajena al paso y efeméride de nuestra vida material, la única de la cual se tiene constancia.
Tras todos estos años, y tras invertir no mal de mi tiempo en la lectura y búsqueda del origen de las religiones y su historia (tema que me apasiona), puedo por fin, sentarme tranquilo y sin temor, aceptando el hecho inevitable, que como materia consiente que soy, he de desaparecer, y que en vista de lo corta que es la sensación de los vivido, ¡aprovechare todo el tiempo disponible a pasarla bien!, no amigos creyentes, eso no significa que me convertiré en un ser pletórico de iniquidad y que violare todas la reglas de la convivencia humana (o siquiera una sola) que para eso tengo mis reglas morales bastante claras, bastante más claras que muchísimos “grandes creyentes”
No, eso significa que aprovechare mi tiempo con mi esposa e hija, que hablare mas con mis padres y hermanos, les diré todo lo que les quiero y cuanto los extraño (ahora estamos alejados por la distancia) que retomare nexos con mis grandes amigos de los cuales no se ahora, y que no dejare que se relajen las relaciones con los que si mantengo contacto, que veré las cosas más tranquilo, consiente de mis limitaciones pero sin derrotismos, que cuando salga por las calles, buscare los pequeños detalles que hacen la diferencia, antes de ensimismarme en pensamientos negativos y/o deprimentes.
Que leeré mas con mas ganas, que oiré l, música que me gusta como si fuese la última vez que el doy al “play”, incluso hasta intentare escuchar cosas nuevas (bueno, prometo que lo intentare, pero no juro nada) que buscare hacer cosas nuevas, y las cosas viejas de nuevo, estudiare y enseñare, y en fin, hare todo lo necesario, para que esta corta aventura por el espacio-tiempo, sea más divertida aun de lo que ya lo es.
Al mismo tiempo, mantendré vivos en mi recuerdo a aquellas personas queridas que terminaron ya su ciclo vital, y que ahora pernoctan en mi mente, pues esa será su forma de trascender a la muerte, como será la mía a través de mi hija y sus futuros hermanos y hermanas (espero al menos uno más de cada uno)
Y termino, pues ya parece uno de esos correos cadena, solo que al final de este no habrá, un “ábrele las puertas al señor” o un “rézale a tal virgencita” (y sin tener que enviarselo a 37 en los proximos 15 minutos) solo un saludo cordial a toda mi gente querida, y un respirar tranquilo por no tener ya, que luchar por causas derrotadas.
Paz y Larga vida.
EL I/V.