sábado, 16 de octubre de 2010

DAVID Y GOLIAT.

Inicio este articulo con la fabula de David y Goliat, supongo que todas la conocen (¡y no va a ser! Si nos taladraban el encéfalo con su historia y otras leyendas en semana santa). Resumiendo: David, pastor (la historia lo pinta joven y enclenque) elegido por su dios todo poderoso, Vence a Goliat imbatible y gigantesco soldado filisteo, con el mero uso de su honda (y una piedra. Claro)
No voy a comentar acá las implicaciones morales de estos personajes, pues la mitología tiene sus reglas, y sería como ver si estuvo bien que Zeus mate a tu padre y luego despose a su hermana (historia igual de increíble), pues no, de eso, no va.
Este articulo hablara un poco de la lucha de los desiguales, y de cómo, lamentablemente, quien siempre, o casi siempre gana, es el Goliat de turno.
La idea de escribir este artículo me nació cuando vimos que a pocos metros de nuestra calle, en una esquina, para ser más preciso, cerraba el enésimo negocio del barrio, esta vez una casa de equipos de sonido (esta calle madrileña llamada “del Barquillo” era conocida como “la calle del sonido” por sus tiendas del ramo, ahora creo que quedan 3 o poco mas). Al poco tiempo veíamos como un pequeño ejército de trabajadores, cual laboriosas hormigas, ponían todo en orden, remodelaban, limpiaban… obras van, obras vienen, y empezaron, lógicamente las apuestas, con Solenn creíamos seria una boutique mas (están cada vez más presentes en nuestra zona, ¡algunas duran tan poco!) o mejor aún, algún restaurantillo donde dilapidar nuestros magros ingresos, al menos una vez, y así dárnosla de conocedores, mas ¡Ho, Sorpresa! ¡Ho, lo inesperado! No, era nada más y nada menos que… ¡un Carrefour Express!
Fue en verdad algo inesperado, desde que vivimos en Madrid, y en esta zona, ya habíamos notado que la oferta de este tipo de negocios era muy limitada, y que nos obligaba a desplazarnos bastante en la ciudad, o es su defecto, usar el mercado (cosa que seguiremos haciendo) y comprar las cosas sueltas en las tiendas cercanas…
Y de seguro que si hubiesen abierto antes, ¡estaríamos radiantes de alegría! Como se lee y oye en las caras de los vecinos y los cuchicheos de los transeúntes, mas no… no estamos tan felices, y si bien es cierto, esto representa para nuestro núcleo familiar un ahorro de tiempo y dinero… ¡nos da pena el tendero de la esquina! Y el chinito de mas allá, y hasta los fríos e impersonales de la tienda más grande y alejada a casa y que, malhadados sean sus destinos, están triangulando casi a la perfección a dicho Goliat.
Y esta vez, no habrá pertinaz pedrusco que golpee en la frente del devorador gigante, no se abrirá la tierra y tragara a tremenda competencia pantagruélica, no, yo creo que esta vez, una vez más, ganara (para mí que ya gano) El titán.
Y la historia se repite, como pasa en todo el mundo, la pequeña empresa se ahogara, en la esquina trabajaba el dueño, su mujer y una chica mas… espero que sean propietarios, así al menos podrán alquilar y dar paso a otra boutique “fashion” que durara pocos meses ( a veces semanas) pero vendrá luego otra y otra. Del local de más lejos, bueno hay trabajan más personas, 5 o 6 calculo, incluyendo un personaje con algún evidente problema mental que realizaba los repartos a domicilio, me pregunto si alguna vez se imagino que esto pasaría.
¿Y el chinito? Su local era más o menos nuevo, no tenía muchas cosas, (bueno, si tiene muchos hijos, pero no los cuento como cosas) y estaba en gran competencia con el chino que tuvo la súper idea de abrir en plena plaza de Chueca, y que para mí es el negocio más estable de la zona (quien lo dude, que vaya a chueca a contar beodos).
Y es eso, Carrefour abre y da trabajo (a salario mísero) a un buen número de gente, pero de seguro que mas pasaran al paro, que alguno, ya canoso y entrado en años, verá como el trabajo de toda una vida, el que tal vez pensaba legarle a sus hijos, se ahoga en la túnica de un gigante, contra el cual, nada puede hacer.
Bueno, yo ya compre en este Carrefour, nuestra amiga y vecina de arriba nos dice que somos tontos, que a final de cuentas vamos a ahorrar, y que tarde o temprano iba a pasar, y tiene razón, de todas maneras, no puedo olvidar que siempre que entro en la tienda de la esquina, me preguntan por mi hija y mi perro, saben como se llaman, no creo que lleguen a saberlo los cajeros del nuevo Carrefour express.
Saludos a tod@s.
El I/V.